domingo, 16 de septiembre de 2018

7 PASOS PARA RECIBIR RESPUESTA EN LA ORACIÓN

Siete pasos para recibir respuesta a la oración



Por el Pastor Ricardo Botto 


Si un creyente sigue fielmente estos pasos, recibirá respuesta a cualquier oración que haga.


Primer Paso: Decide lo que Quieres Recibir


(Santiago 1:6-8)


6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.


7 No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.


8 El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.



Una persona que no sabe lo que quiere nunca recibirá nada de Dios. La palabra que se usa para dudar es diakrino, que significa: “separar entre dos” u “oscilar”.


Cuando era niño, mis abuelos tenían un reloj de péndulo en la sala de su casa; yo veía que marcaba el tiempo yendo de izquierda a derecha una y otra vez, sin parar. Muchos creyentes hacen lo mismo, están de un lado a otro, sin saber lo que quieren.


El hombre de doble ánimo es como el niño al que se le lleva a la juguetería, quiere todos los juguetes que hay, no sabe por cual decidirse, y al final el padre es el que escoge por el niño. Debemos aprender a decidirnos.



(Juan 15:7)


7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.



Al momento de orar debemos saber lo que queremos. Notemos que el verso dice: querer y no necesitar.


Mucha gente piensa que Dios solo quiere darnos las cosas que necesitamos; pero este verso dice que podemos pedir lo que queremos y Dios no los dará.



(Marcos 10:46-52)


46 Entonces vinieron a Jericó; y al salir de Jericó él y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.


47 Y oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces y a decir: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!


48 Y muchos le reprendían para que callase, pero él clamaba mucho más: ¡Hijo de David, ten misericordia de mí!


49 Entonces Jesús, deteniéndose, mandó llamarle; y llamaron al ciego, diciéndole: Ten confianza; levántate, te llama.


50 El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús.


51 Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista.


52 Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.



Notemos que en la sanidad de Bartimeo, Jesús le preguntó: ¿Qué quieres que te haga? Para poder recibir algo de Dios, Bartimeo necesitaba quererlo. Mucha gente no recibe nada de Dios porque no quieren nada.


Dios te pregunta hoy: ¿Qué quieres que haga por ti? Así que decide lo que quieres y se determinado en ello.


Segundo Paso: Encuentra las Escrituras que Prometan lo que Quieres


Si ya sabes lo que quieres necesitas el respaldo de los versos que prometen lo que quieres recibir de Dios.



(1 Juan 5:14-15)


14 Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.


15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.



Aquí encontramos la clave para la oración respondida, pedir de acuerdo a Su voluntad. Y, ¿dónde encontramos su voluntad? En Su Palabra. Si queremos tener respuesta a nuestras oraciones siempre debemos orar basados en la Palabra de Dios.



(Lucas 4:1-12)


1 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto


2 por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre.


3 Entonces el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, dí a esta piedra que se convierta en pan.


4 Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.


5 Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra.


6 Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy.


7 Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos.


8 Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás.


9 Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo;


10 porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden;


11 y, En las manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra.


12 Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.



Durante la tentación en el desierto Jesús usó tres veces la Palabra de Dios para derrotar al diablo. La Palabra de Dios es lo que nos trae victoria en cualquier circunstancia en la que nos encontremos y nos da la respuesta deseada.



(2 Pedro 1:3-4)


3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,


4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia


Todas las cosas que necesitamos y deseamos en esta vida ya han sido provistas por Dios. Así que nosotros podemos disfrutar de todas estas cosas.




Tercer Paso: Pídele a Dios las Cosas que Necesitas


Este paso es tan obvio que parece tonto darlo; pero la verdad es que muchos creyentes no le piden a Dios las cosas que desean. Dan por descontado que Dios les dará las cosas que no le piden solo porque lo necesitan.



(Mateo 7:7-11)


7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.


8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.


9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?


10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?


11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?



Aquí el énfasis está en que debemos pedir si es que queremos recibir.



(Santiago 4:2)


2 Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.



Las personas no reciben las cosas que desean porque no las piden. Es como una persona que va a un restaurante, se sienta en la mesa, lee el menú, se queda una hora y se va a su casa sin comer nada. ¿Por qué no comió nada? Porque no pidió nada. 


Si quieres algo debes ir y pedirle a Dios, que Él te responderá.



Cuarto Paso: Cree que Recibes


(Marcos 11:23-24)

23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.


24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.


En este verso vemos que debemos creer antes de recibir. El verso 24 en la Versión Amplificada dice: “Cuando ores, ten confianza y cree que se te ha concedido, y lo tendrás.”


Mucha gente está esperando ver la respuesta para empezar a creer; pero si ya lo tienes para que necesitas creer que lo tendrás. Uno cree primero y después ve la respuesta.



(Juan 20:24-29)


24 Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.

25 Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.


26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.


27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.


28 Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!


29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.



Aquí vemos a Tomás diciendo: “Ver para creer”. Tomás es como mucha gente que está esperando ver primero para luego empezar a creer. Pero la fe no funciona así, tu primero crees lo que has pedido y luego lo verás. Notemos que Jesús llamó incrédulo a Tomás por decir “ver para creer”; y dijo además: “Bienaventurados los que no vieron y creyeron”.


¿Por qué? Porque él que cree antes de ver recibirá cualquier cosa que pida.


Quinto Paso: Rehusa Dudar


Como dijo F. F. Bosworth: “Cree en tus creencias y duda de tus dudas”.


Aunque la mayoría de los creyentes hacen las cosas al revés, creen en sus dudas y dudan de sus creencias.



(Santiago 1:6-7)


6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 


7 No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.



Como vimos antes la palabra duda nos habla de oscilar. El problema en la iglesia es que hay muchos “creyentes margaritas”. Son creyentes que hoy creen, mañana dudan, al día siguiente creen y luego vuelven a dudar. Están siempre a ambos lados del péndulo.


Son como el joven que deshojaba una margarita mientras pensaba en su novia y decía: “Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere...”.


Así están muchos creyentes: “Creo que recibo, no creo que recibo, creo que recibo, no creo que recibo...”. Ese tipo de persona nunca recibirá de Dios.



(Mateo 14:22-32)


22 En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud.


23 Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.


24 Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario.


25 Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.


26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo.


27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!


28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.


29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.


30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!


31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?


32 Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento.



En este pasaje podemos ver un ejemplo de lo que es la duda. Pedro estaba en la barco y cuando vio a Jesús le dijo: “Si eres tu manda que yo camine sobre las aguas”. Y Jesús le dijo: “Ven”. Pedro salió de la barca y empezó a caminar sobre el agua. Mientras el camino sobre las palabras de Jesús, siguió caminando por encima de las aguas; pero cuando puso sus ojos en el mar, las olas y el viento empezó a hundirse.


La duda es sacar los ojos de la Palabra de Dios y ponerlos en las circunstancias.



(Marcos 11:23)


23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.



Siempre habrán circunstancias que se levanten en contra de lo que estamos creyendo; pero nosotros debemos rehusar dudar y ordenarle a ese monte de circunstancias adversas que se mueva.


Sexto Paso: Medita las Promesas


(Josué 1:8)

8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.



La clave para el éxito en nuestra vida cristiana es la meditación de la Palabra de Dios. 

La palabra hebrea para meditar es hagah (hagah) que significa: gemir, refunfuñar, proferir, hablar, decir, meditar, reflexionar, ponderar, murmurar. El meditar no es poner la mente en blanco repitiendo un sonido como hacen las religiones orientales, sino mas bien colocando algo en ella.


(Proverbios 4:20-22)


20 Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones.


21 No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón;


22 Porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo.



El meditar la Palabra de Dios es ponerla delante de nuestros ojos. Es decir, vernos en posesión de las cosas que le hemos pedido a Dios; y hacer planes como que ya son una realidad en nuestra vida.



(Marcos 5:25-29)


25 Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre,


26 y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor,


27 cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto.


28 Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva.


29 Y en seguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.



En el verso 27 vemos que la mujer decía; no dice que dijo; si no que decía, esto nos habla de una continuidad en el decir; ella decía una y otra vez: “Si tan solo toco el manto de Jesús seré sana, si tan solo toco el manto de Jesús seré sana, si tan solo toco el manto de Jesús seré sana....”; y fue tocó el manto de Jesús y fue sana.


Al decir estás palabras ella estaba meditando la Palabra; se estaba viendo sana, y al hacerlo ella fue y recibió su sanidad. Un hermano dijo: “Si lo puedes ver, lo puedes tener.”


Eso es lo que debes hacer, debes ir una y otra vez a las promesas de la Palabra que te prometen lo que quieres recibir de Dios, hasta que se hagan una realidad en tu vida.



(2 Corintios 4:13)


13 Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos.



Si tu has creído la Palabra debes empezar ha hablarla hasta que se haga una realidad en tu vida. La Dra. Lillian Yeomans; pionera de la sanidad a principios del siglo pasado; tenía casas de sanidad donde ministraba a los enfermos con la medicina de Dios. Ella cuenta que un día llego una mujer que tenía tuberculosis en su grado terminal. La ministró con la Palabra, le dio un cuarto y le dijo que repitiese: “Por las llagas de Jesús he sido sanada.”


La mujer lo repitió sin parar durante tres días, al cabo de los cuales se levantó completamente sana. La meditación de la Palabra trajo completa sanidad a esta mujer.


Debemos meditar en las promesas para recibir lo que Dios ya nos proveyó.


Séptimo Paso: Alaba a Dios por la Respuesta


Alguien dijo que la alabanza es el nivel mas alto de fe; y yo lo creo, porque tu estás dando gracias a Dios por la respuesta aunque todavía no hayas visto nada.



(Romanos 4:20-22)


20 Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,


21 plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido;


22 por lo cual también su fe le fue contada por justicia.



Eso fue lo que hizo Abraham; dio gracias de antemano, aún no había nacido Isaac, sin embargo, él daba gracias a Dios porque estaba plenamente convencido de que era capaz de hacer todo lo que había prometido. Debemos mantenernos firmes alabando y dando gracias a Dios por respondernos aunque aun no se haya manifestado físicamente nuestra respuesta.



(Filipenses 4:6)


6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.



De nada nos sirve afanarnos y orar una y otra vez la misma oración; pues al orar por segunda vez le estás diciendo a Dios que no te escuchó la primera vez. Cambia el afán por la alabanza, dándole gloria a Dios porque Él es poderoso para hacer todo lo que ha prometido.

Dale las gracias porque ya respondió tu oración.

Conclusión

Si eres fiel en seguir estos pasos recibirás la respuesta a tu oración.

jueves, 19 de diciembre de 2013

ORACIÓN A SAN PEDRO APOSTOL

Festividades: 29 de junio; 22 de febrero (cátedra de S. Pedro); 18 de noviembre (dedicación de la basílicas de S. Pedro y S. Pablo).

Patrón: Roma, Iglesia universal, ladrilleros, fundidores de plomo, panaderos, pescadores, vidrieros, cerrajeros, fundidores, carpinteros, relojeros, contra la fiebre, dolencias en los pies, de los penitentes y de los que se confiesan.
¡Oh venerado apóstol San Pedro!

  príncipe de los discípulos del Redentor,

y el primero en proclamar a Jesús

 Hijo de Dios y Mesías

escucha y atiende mi suplicas;

San Pedro glorioso,

tú que fuiste llamado por el Salvador

“pescador de hombres”

y recibiste el titulo de Piedra fundamental de la Iglesia,

tú que eres el custodio

 de las llaves de las puertas del Cielo,

y que siempre ayudas a los que en la tierra lo solicitan,

te pido que con tu sombra me cubras y ampares,

líbrame san Pedro bendito del mal que me acecha,

protégeme de enfermedades y males,

aléjame de hechizos, brujerías y encantamientos,

de malos ojos, falsedad, egoísmo y rencor

de barreras, cadenas y prisiones,

despeja mis caminos de traidor y malhechor,

ahuyenta con tu sombra todo dolor,

ocúltame de todo peligro, enemigo y mala situación;

sé mi ayuda y defensa, te pido con fervor

y préstame hoy te ruego tu especial favor:

(hacer la petición)

¡Oh Pedro querido! santo apóstol del Señor,

no me dejes sin respuesta,

 por tu benevolencia y virtud

atiende prontamente mi solicitud,

 tú que eres hermano, amigo y protector

de quien tu socorro reclama

auxilia con tu sombra al que tenga necesidad

y vela y cuida de todos nosotros con tu santa caridad.

te lo pedimos por Jesucristo,

 nuestro Señor,

 que vive y reina

 en la unidad del Padre y del Espíritu Santo,

 por los siglos de los siglos.

 Amén.


ORACIÓN A SAN PEDRO

Príncipe de los Apóstoles y de la Iglesia Católica: por aquella obediencia con que a la primera voz dejaste cuanto tenías en el mundo para seguir a Cristo; por aquella fe con que creíste y confesaste por Hijo de Dios a tu Maestro; por aquella humildad con que, viéndole a tus pies, rehusaste que te los lavase; por aquellas lágrimas con que amargamente lloraste tus negaciones; por aquella vigilancia con que cuidaste como pastor universal del rebaño que se te había encomendado; finalmente, por aquella imponderable fortaleza con que diste por tu Redentor la vida crucificado, te suplico, Apóstol glorioso, por tu actual sucesor el Vicario de Cristo. Alcánzame que imite del Señor esas virtudes tuyas con la victoria de todas mis pasiones; y concédeme especialmente el don del arrepentimiento para que, purificado de toda culpa, goce de tu amable compañía en la gloria. Amen. 

Rezar con mucha fe, el Credo, tres Padrenuestros, 
 tres Avemarías y tres Glorias.


Oración a San Pedro

Glorioso Príncipe de los Apóstoles a quien nuestro Señor Jesucristo concedió la inmensa prerrogativa de comunicarle primero su voz, después de su resurrección gloriosa.

Prerrogativa que había merecido vuestra penitencia por la debilidad que tuviste negando a nuestro gran maestro tres veces.

Le suplicamos nos conceda la gracia de que el Señor se digne hacernos, ya por los movimientos interiores de nuestra conciencia a pesar de nuestros pecados y de no haber hecho como vos, fuerte penitencia y haber llorado amargamente nuestras culpas, concédenos glorioso San Pedro esta gracia para que purificándose nuestras almas por medio de un verdadero dolor y arrepentimiento de haber ofendido a Dios y nuestros hermanos.

Sólo pedimos merecer por vuestra intercesión en el aprendizaje del bien, la eterna bienaventuranza. Amén.

Se rezan tres Padre Nuestro y tres Ave María al glorioso San Pedro Apóstol.

ORACION A SAN MARTIN DE PORRES

Oración a San Martín de Porres


Llamado "Fray Escoba". Su fiesta se celebra el 3 de Noviembre


Señor Nuestro Jesucristo, que dijiste "pedid y recibiréis", humildemente te suplicamos que, por la intercesión de San Martín de Porres, escuches nuestros ruegos.

Renueva, te suplicamos, los milagros que por su intercesión durante su vida realizaste, y concédenos la gracia que te pedimos si es para bien de nuestra alma. Así sea.


ORACIÓN PARA PEDIR UN FAVOR 

En esta necesidad y pena que me agobia acudo a ti, mi protector San Martín de Porres.

Quiero sentir tu poderosa intercesión. Tú, que viviste sólo para Dios y para tus hermanos, que tan solícito fuiste en socorrer a los necesitados, escucha a quienes admiramos tus virtudes.

Confío en tu poderoso valimiento para que, intercediendo ante el Dios de bondad, me sean perdonados mis pecados y me vea libre de males y desgracias.

Alcánzame tu espíritu de caridad y servicio para que amorosamente te sirva entregado a mis hermanos y a hacer el bien.

Padre celestial, por los méritos de tu fiel siervo San Martín, ayúdame en mis problemas y no permitas que quede confundida mi esperanza.

Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén.

¿QUE ES UN MILAGRO?

De acuerdo con la definición del Diccionario de la Lengua Española: 

«1. m. Hecho no explicable por las leyes naturales y que se atribuye a intervención sobrenatural de origen divino.»

Según la Iglesia Católica: 

La posición actual de la Iglesia católica no es opuesta a la ciencia. El milagro no es considerado hoy un "suceso mágico" que controla las fuerzas cósmicas, sino -en la postura de los creyentes- un suceso que dependería de Dios (de quien, por otra parte, también dependerían todas las leyes naturales). Para los creyentes, científicos o no, la atención no se centra en lo sorprendente o extraordinario del hecho ocurrido, sino en la autoridad de quien supuestamente lo realizó (Dios). Además, el milagro, en el pensar de los creyentes, sólo se concede por motivos que escapan al intelecto del ser humano, y que se sitúan en el mismo misterio de Dios.
Hay, pues, hechos que resultan para la ciencia "inexplicables" por las leyes naturales, al menos hasta el día de hoy. La forma de interpretación de esos hechos depende de la creencia o del pensamiento de cada cual, y no definen al hecho en sí, sino al individuo que lo interpreta.

Según mi humilde opinión un milagro es la intervención de Dios, mediante la oración o sus planes divinos, ante una situación extrema o que no tiene otra alternativa humanamente posible. Es la mano de Dios interviniendo según sus planes y criterios divinos.



En ocasiones, cuando hay alguna tragedia o desgracia, hay gente que dice: "Dios no existe porque sino no permitiría que sucedan tales cosas". Ven a un niño en la calle pidiendo o enfermo y dicen "¿Dónde está tu Dios?" Y yo les respondo: ¿Y donde estas vos? 

Acaso no hizo el ojo que ve, el oído que oye y las almas que deberían prevenir, paliar y/o solucionar dichas circunstancias? Si ves que tu hermano tiene hambre de que sirve que le golpees la espalda diciéndole ¡Dios te bendiga! Hipócrita dale de comer, dale abrigo, haz lo necesario porque para eso Dios te creó a vos; te hizo testigo de eso y te pedirá cuentas por haber sido un instrumento ineficiente o perdido para llegar a esa persona o circunstancia.

Vos recibiste algún milagro en tu vida? Te animas a compartir tu experiencia aquí?

ORACION A SAN ANTONIO DE PADUA (PARA CONSEGUIR NOVIO/A)




San Antonio Bendito que al monte fuiste, el rosario y el silabario perdiste, te encontraste con Jesús, quien te consoló y tres virtudes te dio:

- Que lo olvidado se recordará,
- Que lo perdido se encontrará y
- Que lo alejado se acercará…
Rezar 3 Padrenuestros, 3 Avemarías y 1 Gloria. 


San Antonio, glorioso por la fama de tus milagros, obtenme de la Misericordia de Dios esta gracia que deseo: (Mencione el favor que pide).

Como tú eres tan bondadoso con los pobres pecadores, no mires mi falta de virtud, antes bien considera la Gloria de Dios que será una vez más ensalzada por ti al concederme la petición que yo ahora encarecidamente hago.

Glorioso San Antonio de los milagros, padre de los pobres y consuelo de los afligidos, te pido ayuda. Has venido a mi auxilio con tan amable solicitud y me has aliviado tan generosamente que me siento agradecido de corazón. Acepta esta ofrenda de mi devoción y amor.

Renuevo la seria promesa de vivir siempre amando a Dios y al prójimo. Continua defendiéndonos benignamente con tu protección y obtenme la gracia de poder un día entrar en el Reino de los Cielos, donde cantaré enteramente las misericordias del Señor.

¡Amén!




miércoles, 18 de diciembre de 2013

PROPÓSITOS DE NAVIDAD


Propósitos de Navidad


(Te sugerimos ir leyendo y completando los puntos suspensivos con gestos propios)

Voy a ser protagonista del milagro más extraordinario de toda la historia, acompañando a Jesús en el pesebre (participaré de la santa Misa, oraré frente al pesebre, le cantaré a Jesús niño, haré una profunda y sincera confesión, .....)

Quiero revestirme con la túnica de la sencillez de los pastores y acercarme despacito al Niño Dios para dejarme inundar de su luz ( prepararé esta Navidad como una fiesta donde reine la sencillez y la alegría, evitaré el despilfarro, los regalos fastuosos, el exceso de bebida o de comida.... )

Voy a proponerme algún gesto concreto para reconocer a Jesús en los sufrientes, los más pobres, los desamparados, los "sin techo", los desocupados, los presos, los enfermos, los abandonados, los que más me cuesta amar (me privaré de algún gasto para dedicar ese dinero para ayudar a otros, invitaré a mi mesa a alguien que esté solo, le mandaré una tarjeta a alguien lejano, llamaré por teléfono a algún amigo distanciado...).
Abriré mi corazón para que el milagro del nacimiento de Jesús se siga repitiendo entre los hombres 

http://www.sagradoweb.com/especiales/navidad/propositosdelanavidad.htm

Recuerda...





martes, 10 de diciembre de 2013

NOVENA DE SAN ONOFRE

Novena a San Onofre para peticiones de Trabajo y Dinero



NOVENA DE SAN ONOFRE

Se inicia con la Señal de la Santa Cruz,
después Oración Inicial de Todos los Días.
Luego con la Oración del Día correspondiente,
se hace la Petición , se reza El Padre Nuestro,
El Avemaría y el Gloria y por último
La Oración Final de Todos los Días.

ORACION INICIAL
PARA TODOS LOS DIAS

Señor mío, Jesucristo,
Dios y Hombre verdadero,
que os hiciste hombre para satisfacer
por nuestros pecados,
con vuestra pasión y muerte:
 lleno de confusión y arrepentimiento lento,
confieso que ha sido muy grande
mi ingratitud e infidelidad:
pues creyendo y confesando,
como católico, estas verdades
eternas y consoladoras,
he tenido la temeridad de ofenderos.
Más, viendo que sois bondad
y misericordia infinitas,
y que no desecháis a quien
 contrito y humillado implora
vuestra clemencia
os presento los méritos
de vuestra Santísima Madre,
y los ruegos e intercesión
de vuestro fiel siervo San Onofre,
y me postro reverente a vuestros pies,
pidiendo que perdonéis mis pecados que detesto,
con verdadero auxilio de vuestra gracia
no volver a pecar.

ORACION FINAL
PARA TODOS LOS DIAS  
Glorioso San Onofre,
a quien he escogido por mi Patrono y Modelo particular,
y en quien tengo absoluta confianza;
concededme que yo experimente
 los saludables efectos de tu poderosa intercesión,
 para con Dios.

En tus manos deposito todas las necesidades
y en particular, la que hoy pongo bajo tu protección.

Alcanzadme pues, éste favor, si me conviene,
y todas las demás gracias necesarias
para liberarme del pecado,
y conseguir mi propia salvación,
y aún mi santificación.

Amén 


PRIMER DIA  
Ilustre anacoreta, amado del Señor,
San Onofre, os doy el parabién por la Gloria
con que el Señor ha premiado vuestras virtudes;
y os suplico que me alcancéis aquella fe viva,
con la que le confesabais,
en medio de los hombres,
y entre las humillaciones
con que comprobó vuestra fidelidad.

Alcanzadme también aquella confianza
con que os arrojasteis en los brazos
de la divina providencia,
que os abrió el camino
para conseguir el reino de los Cielos.

Amén. 

SEGUNDO DIA  
Humilde anacoreta y glorioso San Onofre,
uniéndome al espíritu en que vivís en el cielo,
doy gracias infinitas al Señor, por que os creó,
os conservó, os redimió;
os santificó, os enseñó a vencer al mundo,
al demonio y a la carne;
y os exaltó, aumentando vuestra gloria
y poniendo en vuestras manos
una parte de su omnipotencia,
para que favorezcáis a vuestros devotos:
Interponed vuestros eficaces ruegos,
para que, reconociendo, como vos,
los beneficios de la creación, conservación,
redención y demás misericordias divinas,
consigamos la gloria del cielo,
en vuestra santa compañía.

Amén. 

TERCER DIA  
Glorioso y bienaventurado San Onofre;
tu confundes mi tibieza, mi amor propio
y mi apego a las cosas transitorias,
con aquel santo fervor y grande amor tuyo
a Jesucristo, nuestro Salvador,
por el cual preferisteis, ante que ofenderle,
dejar tu patria e intereses temporales,
los amigos y aún las comodidades
de una vida en el mundo,
entregándote a la vida mortificada del desierto:
Intercede, pues, glorioso santo,
con el mismo Señor del Cielo
para que imitando yo tu vida mortificada
y tu prudencia admirable,
cumpla el primer mandamiento de la ley de Dios,
amándola siempre y sirviéndole
con fidelidad en esta vida,
merezca gozarle en tu compañía,
para siempre en el cielo.  
Amén. 

CUARTO DIA  
Fielísimo y venerado San Onofre,
que has manifestado al mundo
como verdadero discípulo e imitador de Cristo Jesús, renovado en tu bendito cuerpo su acerbísima pasión,
siendo perseguido y despreciado,
y macerando tu carne con continuos ayunos,
vigías y austera penitencia:
alcanzadme la gracia de la divina luz,
que ilumine nuestros entendimientos,
para que conozcamos, que si no hacemos penitencia
solo seremos cristianos de nombre;
pedidlo también, que infunda en nosotros
el amor a la Cruz y a la mortificación interior,
porque así podamos gozar
 las eternas alegrías de la gloria.

Amén. 

QUINTO DIA  
Oh Glorioso San Onofre,
vuestra constante práctica de la oración,
de la mortificación de los sentidos, y de toda virtud,
fueron los dones de la divina gracia
con que te hiciste agradable a Dios,
a los ángeles y a los hombres:
Alcanzadnos benignamente,
la gracia de imitar estas virtudes,
para que apoyados únicamente en Dios,
salgamos triunfantes de todos los peligros
del alma y cuerpo.

Amén. 

SEXTO DIA  
Ejemplo de fortaleza y de valor,
Glorioso San Onofre, que habéis experimentado
en el curso de vuestra vida de penitencia,
cuan suave es el yugo del señor.
Vos podéis decir con San Pablo:
"¿ Quien me podrá apartar de mi Dios?
¿El hambre, la tribulación, la angustia,
la desnudez, el peligro, la persecución?"
Yo espero que nada de eso ha de tener fuerza para apartarme de mi Dios,
con cuya gracia triunfaré
de todos mis enemigos interiores.
Pero, acordaos, oh prodigioso Santo,
de mi tibieza y debilidad
que me hacen tan ingrato al soberano Bien,
para que me alcancéis de Su Majestad
el fervor en su servicio
y una continua presencia de Dios,
que anime todas mis obras.

Amén. 

SEPTIMO DIA  
Ilustre anacoreta e invencible soldado
de la milicia de Jesucristo:
Sois un jardín ameno;
fe viva, esperanza firme, caridad ardiente,
prudencia admirable, justicia incorruptible;
fortaleza suma, templanza heroica
y humildad perfecta.
Este tesoro de virtudes,
con que a vuestra muerte os presentasteis
delante de Dios, os ha hecho tan celebre
y conocido entre los hombres.
Pedidle, pues, que avivando mi fe
aprenda de vuestro ejemplo todas estas virtudes,
para que, con su ayuda, merezca
en la hora de muerte la gracia de que sea santo,
y después, logre entrar en la gloria celestial.

Amén. 

OCTAVO DIA  
Oh admirable y Glorioso San Onofre,
por el ejemplo y lecciones tan eficaces
que me dio vuestra conducta en todo el periodo
de vuestra larga vida y en el instante de vuestra muerte; empeñaos en mi favor, con el Señor,
para que imitando vuestro ejemplo admirable
ofrezca a Dios este poco de vida corruptible,
y alcance el premio de la vida y gloria
que son interminables en el cielo.

Amén. 

NOVENO DIA  
Oh Glorioso San Onofre,
que tenéis gran valimento ante Dios,
como lo indican claramente los repetidos
y grandes milagros que Él hace por vuestra mediación:
usad, pues de este soberano don,
en favor de los necesitados
que imploran vuestra protección, y singularmente, alcanzadnos una fe firme y vigorosa.
Rogad, así mismo,
por la exaltación de la Santa Iglesia;
felicidad del Vicario de Cristo,
nuestro Santísimo Padre El Papa;
por la paz y concordia entre los pueblos Cristianos; extirpación de las herejías, vicios y pecados;
iluminación de los gentiles
y acierto en todos los que nos gobiernan;
aquella gracia que más necesito,
y que os he pedido en esta novena,
que ofrezco a gloria de Dios,
honor tuyo y provecho de mi alma;
a fin de que, aprovechando bien
los días de mi corta vida
merezca ver cuan hermosa es vuestra corona,
entre los muchos cortesanos de la gloria.

Amén.